Catalina de Aragón fue la quinta hija de los Reyes Católicos y como sus hermanos, fue educada desde pequeña para ser reina. Sin duda, la misma edad, esos seis años que Catalina llevaba a Enrique y que, entrando en los cuarenta, se acusaban más. Por último, Enrique rompió definitivamente con Catalina (1531) y se casó con Ana Bolena, ya embarazada de la futura reina Isabel I. El propio Enrique VIII, cuando Carlos V desembarcó en Dover, lo llevó a Cantorbery, donde estaba Catalina, teniendo los tres entonces una íntima entrevista a la que ni siquiera fue invitado el poderoso cardenal Wolsey, pese a su cargo de Canciller del reino. window.onload=function comocitar() {citapers();citaurl();} De ese modo, se mantuvo, un poco a trancas y barrancas, el primer proyecto de la boda de Catalina con el nuevo príncipe de Gales, Enrique, al fin consumado, a la muerte de Enrique VII, en 1509. La falta de sucesión masculina, ¿no había que tomarla como un signo de la cólera divina? Una alianza que se remontaba a los tiempos en que Carlos V era todavía conde de Flandes. Sorprendentemente, fue juzgada por no pocos con dureza, acusada de ser la causante de la escisión de la Iglesia anglicana. Tal ocurrió en la Corte de Londres en 1536. La reina defendió la validez del enlace por el hecho de que su matrimonio con Arturo no había sido consumado. ¿No había motivos suficientes para su anulación? Catalina de Aragón, Reina de Inglaterra entre 1509 y 1533. : P. de Ayala, Carta del embajador Pedro de Ayala a los Reyes Católicos, sobre la reclamación por Enrique VII de Inglaterra de la dote de la Princesa Catalina de Aragón, 1501 (Biblioteca Nacional de España, sign. Era el nacionalismo triunfante, también en lo religioso. Muerta también Isabel (1504) y habiendo enviudado su hija Juana en 1506 de Felipe el Hermoso, Enrique VII negoció a toda furia su boda con la más hermosa, pero inquietante hija de los Reyes Católicos, en esta ocasión con el beneplácito de Fernando (“que me place”, se le oyó decir); pero encontrando la negativa rotunda de la interesada, la que había enloquecido de amor por Felipe el Hermoso. Los tiempos en que Luis Vives le dedicaba su tratado sobre la mujer cristiana. La muerte de la reina inglesa en 1503 permitió a Enrique VII abordar un nuevo plan; dado que era viudo, sería él quien casara con Catalina. Infanta de Castilla y Aragón y reina de Inglaterra. . Clemente VII hubiera querido contentar al poderoso monarca inglés, pero medida tan arbitraria era demasiado fuerte, aparte de que Catalina encontró un poderoso aliado en su sobrino Carlos V. El Rey trató de presionar sobre su esposa para que le facilitara su deseo, exigiéndole que se conformase con el título de princesa viuda de Gales: pero eso hubiera supuesto que Catalina diera por bueno su matrimonio con el príncipe Arturo, y que quedara en entredicho la situación de su hija María Tudor, como fruto entonces de unas relaciones prohibidas, y descolgada de sus derechos de sucesión al trono. Catalina nació en Alcalá de Henares en el año 1485 y murió en Kimbolton, Inglaterra en el año 1536. (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({}); @media(min-width: 768px) { .inferior { width: 336px; height: 280px; margin: 0px auto;} } ¿Desea reproducir alguna biografía en su web. Recuperado de Como se mencionó anteriormente, después de ocho años del fallecimiento de Arturo Tudor, la princesa de Gales contrajo matrimonio con Enrique VIII, quien en ese momento, asumió el reinado. De todas formas, durante unos años, Catalina se constituyó en el principal consejero de Enrique VIII, y no sólo para las cuestiones de política interior, hasta el punto de que se pudo decir de ella que era la mejor embajadora de España, en los últimos años del reinado de Fernando el Católico. Catalina de Aragón. var f=new Date();document.write(f.getDate() + " de " + meses[f.getMonth()] + " de " + f.getFullYear());. En efecto, había sido en 1513 cuando Enrique VIII había conocido a Carlos V en Lille, como miembro más destacado del séquito de Margarita de Austria, gobernadora entonces de los Países Bajos. De la unión de Catalina de Aragón y Enrique VIII nacieron seis hijos, aunque de todos ellos sólo sobrevivió María Tudor, futura reina de Inglaterra. @media(max-width: 359px) { .inferior_movil { width: 300px; height: 250px; margin: 0px auto;} } Catalina de Aragón es la más pequeña de los hijos de los Reyes Católicos y tan desventurada como casi todos ellos, viviendo lejos de España y los últimos años de su vida (al igual que su hermana Juana) como prisionera de Estado. ¿Consideró su madre, la reina Isabel, que debería regresar a España? Y Enrique VIII dio en cavilar, acaso porque lo estaba deseando, que su matrimonio con Catalina iba contra las leyes divinas, conforme al mandato bíblico: “no te casarás con la viuda de tu hermano”. Ahora bien, en esa interinidad, ¿quién debía costear la Corte de la princesa? Ansioso por cerrar un frente diplomático contra Francia, en esos comienzos del siglo XVI en los que se decidirá la suerte de Nápoles, Fernando el Católico formalizó una alianza con Enrique VII, cerrándola con la boda de Catalina con el príncipe de Gales, Arturo. El Papa acabó sentenciando a favor de Catalina. Aconsejado por algunos ministros de dudosa moral, como Cranmer, Enrique VIII se decidió a pedir a Roma la anulación de su matrimonio. Aconsejado por Thomas Cromwell y Thomas Cranmer, Enrique VIII rehusó presentarse, negando la autoridad del papa. Si Enrique VIII creyó que podría doblegar fácilmente a su esposa, pronto comprendería que se había equivocado. Enrique VIII solicitó la opinión de las universidades europeas, que se manifestaron a favor del divorcio. ¿No tenían los Reyes ingleses otro hijo, Enrique? Enrique VIII, preocupado por la necesidad de tener un sucesor varón, y a un tiempo enamorado de Ana Bolena, solicitó el divorcio a las autoridades eclesiásticas (1527) con el pretexto de la ilicitud del matrimonio celebrado entre cuñados. La actitud inicialmente favorable del papa Clemente VII se modificó ante la decisión de Catalina de Aragón y las presiones del emperador Carlos V, que estaba poco dispuesto a ver comprometida su estrategia. Y ésa sería la misma situación en 1520 cuando la elección imperial de Carlos V presagiaba una fuerte hostilidad del rey Francisco I de Francia. De ese modo, la corriente humanista entró en la Corte y Catalina, como sus hermanas, tuvo preceptores italianos, tan notables, como Lucio Marineo Sículo, Pedro Mártir de Anglería y los hermanos Geraldini, de los cuales el menor, Alexandro, le acompañará como su confesor en Inglaterra. function citaurl() { var x = location.href; document.getElementById("urlcita").innerHTML = x;} Murió en su encierro de Kimbolton, el 7 de enero de 1536, a los cincuenta años de edad, mostrando en todo momento el valor y la firmeza con que defendía sus derechos, que eran también los de su hija María Tudor y los de una Inglaterra libre, frente al despotismo de uno de los monarcas más crueles de la historia de la Europa moderna. Allí se negoció por primera vez una alianza más estrecha entre las dos Coronas, apuntando al enlace futuro entre Carlos V y la hija de los Reyes, María Tudor, si bien la corta edad de la princesa inglesa, con sus cuatro años, obligaba a esperar. Catalina no defendía sólo su causa y la de su hija; también la de una religión más pura, de una Iglesia firme frente a las presiones de los poderosos, movidos por sus pasiones. En ese sentido, el viraje de Carlos V, al desposar con Isabel de Portugal (1526) fue un durísimo golpe para Catalina, que empezó a caer en desgracia ante Enrique VIII. En 1501 se casó con Arturo, primogénito de Enrique VII de Inglaterra, como una alianza diseñada por sus padres para aislar diplomáticamente a Francia. La enciclopedia biográfica en línea. (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({}); Cómo citar este artículo:Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Catalina de Aragón murió a los 50 años, encerrada en el castillo de Kimbolton, donde su esposo la recluyó tras enamorarse de Ana Bolena, una dama de la corte. Se sucedieron dos años de continuos festejos, culminados por el nacimiento de un príncipe heredero, Enrique, el 1 de enero de 1511. De ese modo Catalina atravesó España en el verano de 1501, desde Granada hasta Galicia para embarcar en La Coruña con destino a Inglaterra, el 17 de agosto de 1501, si bien los temporales obligaron a aplazar su navegación, no llegando a las costas inglesas hasta fines de septiembre. .inferior { display: block; width: 336px; height: 280px; margin: 0px auto;} El obispo Fisher y el propio Tomás Moro, otrora canciller del reino, fueron degollados en 1535. Su formación fue la propia de quien estaba destinada a reinar en uno de los tronos de la Europa Occidental, al igual que sus otras tres hermanas: Isabel, Juana y María; pues Isabel la Católica preparó a sus hijas para futuras reinas, queriendo que fueran las mejores embajadoras de España. Ya Carlos había dejado de ser el tímido muchacho que Enrique había conocido siete años antes en Lille. Arturo murió al año siguiente, y se tuvo que negociar el matrimonio de la viuda con el nuevo heredero, el príncipe Enrique, her… Esta funcionalidad es exclusiva para los usuarios suscritos. Y ocurrió lo peor: arrancó del Parlamento inglés el Acta de Supremacía de la Corona. Nacía la Iglesia anglicana. @media(min-width: 768px) { .inferior_movil { display: none; } } Es cierto que todavía era un muchacho (había nacido en 1491), pero cabía esperar unos años; de ese modo, mientras Catalina se hallase en Londres, vendría a ser como una garantía de que la alianza inglesa se mantendría. Enrique VIII, preocupado por la necesidad de tener un sucesor varón, y a un tiempo enamorado de Ana Bolena, solicitó el divorcio a las autoridades eclesiásticas (1527) con el pretexto de la ilicitud del matrimonio celebrado entre cuñados. Y Catalina, recordando que era hija de los Reyes Católicos, se negó valientemente, preparándose a una dura y larga batalla, no sólo doméstica, sino también política y hasta religiosa. En el mismo tratado de Windsor estaba la semilla de la desgracia de Catalina, al cifrar la alianza con Carlos V en su boda con María Tudor, quien al punto ya había empezado “a vestirse a la española”. Catalina de Aragón (retrato de Michel Sittow). Fue un largo y difícil forcejeo. Por supuesto, la desgracia de perder su primer hijo varón, junto con la sospecha de que no volverían a tener más hijos, después del nacimiento de María en 1516. Bibl. 223-292. Inglaterra quedaba descolgada de Roma. Era cuando las tropas inglesas y las neerlandesas combatían juntas, en las cercanías de Calais, a las francesas. Catalina de Aragón. Ni el suegro, Enrique, ni el padre, Fernando, se consideraron obligados, lo que llevó a Catalina a vivir en una verdadera indigencia durante aquellos años. Y el que Enrique VIII cada vez volviese más los ojos a las jóvenes bellezas de la Corte, entre las que destacaba Ana Bolena. La ceremonia religiosa de la boda se realizó el 14 de noviembre de 1501, en la catedral londinense de San Pablo, pero la débil constitución del príncipe Arturo impidió su consumación, muriendo al poco tiempo —el 2 de abril de 1502—, lo que dejó a Catalina en una situación embarazosa (fue tratada como princesa viuda de Gales); el hecho de no haberse consumado el matrimonio y, por consecuencia, el no haber podido dar un heredero al reino, debilitaba su situación. (Alcalá de Henares, 1485 - Kimbolton, Inglaterra, 1536) Noble española, reina de Inglaterra (1509-1533) en virtud de su matrimonio con Enrique VIII. Enrique VII fallecía el 21 de abril de 1509 y antes de dos meses Catalina y Enrique VIII se desposaban (el 11 de junio) siendo coronados como nuevos reyes de Inglaterra el 28 en la abadía londinense de Westminster. Esperaba contar también con el apoyo de grandes figuras de la Iglesia y de la cultura, defensores de los valores morales, que tan despóticamente atacaba Enrique VIII; tales, el obispo Fisher o el humanista Tomás Moro, a quien el Rey trató de ganar haciéndole canciller de la Corona. Y como se exigía obediencia estricta a las órdenes regias, también en esa materia, comenzaron a caer cabezas de los que afrontaron con valor y dignidad la cruel arbitrariedad del monarca inglés. Los tiempos en que Luis Vives le dedicaba su tratado sobre la mujer cristiana (Institutio feminae Christianae). Y aunque el futuro que se le presentaba era tan adverso, se dispuso a afrontarlo, segura de que le asistía la razón. el var meses = new Array ("enero","febrero","marzo","abril","mayo","junio","julio","agosto","septiembre","octubre","noviembre","diciembre"); Pero cuando Carlos V, de regreso a España dos años más tarde, visita de nuevo a Enrique VIII y a Catalina, ya cierra con la Corona inglesa el Tratado de Windsor (1522) en la que la alianza entre las dos Coronas se afirma con ese compromiso matrimonial, que hubiera llevado en un plazo de seis años a María Tudor a ser la nueva Emperatriz.
2020 catalina de aragón