Padecía una tos que le impedía dormir y sus ayunos la habían dejado anémica. Se levantó enseguida y las dos damas caminaron cien metros hasta subir al barco. Esta isla, entonces en manos de Inglaterra, la cautivó desde el primer instante y aunque quiso detenerse en ella más tiempo y visitar el resto de islas Jónicas, Francisco José impaciente salió a su encuentro en Trieste. Era bien sabido que los emperadores ya no compartían lecho desde el nacimiento de Valeria. La niñera de sus hijos, Leopoldina Nischer, escribiría en su diario: «El desconsuelo de la emperatriz sobrepasa todo lo imaginable. Y pese a los rumores de infidelidad de Sissi, no hay prueba de que ésta traicionara a Francisco José. Era la cuarta de los hijos del duque Maximiliano Wittelsbach y de la princesa Ludovica. Su padre era Maximiliano de Baviera, duque en Baviera, y procedía de una rama menor de la Casa de Wittelsbach; su madre, Ludovica de Baviera, era hija del rey Maximiliano I de Baviera y, por tanto, princesa real de Baviera. Morato, Cristina Morato, "Reinas malditas", Plaza&Janes, 2014. Francisco José lo había condenado a muerte por alta traición, pero Andrássy consiguió huir a París y regresó tiempo después al ser concedida una amnistía. Su padre, Maximiliano de Baviera, duque en Baviera, procedía de una rama menor de la Casa de Wittelsbach, la de Condes Palatinos de Zweibrücken-Birkenfeld-Gelnhausen, en ese momento "Duque en Baviera". Nieta, por tanto del Rey Maximiliano I de Baviera. A partir de los treinta y cinco años, la emperatriz empezó a mostrarse huraña. La noticia de su trágica muerte, al día siguiente de haber sido recluido a la fuerza en el castillo de Berg, agravó el extravagante comportamiento de … Hija de Maximiliano, duque en Baviera, y de Ludovica, princesa de Baviera. Nació el 24 de diciembre de 1837 en Munich, Baviera. El bautizo de la princesa tuvo lugar en el castillo húngaro de Ofen, lo que indignó aún más a la archiduquesa Sofía y a la sociedad cortesana. Un encontronazo brusco, que la empujó al suelo. de compañía de la emperatriz fue muy criticado en Hofburg porque la elegida no pertenecía a la alta aristocracia. Si el emperador cedía a los caprichos de su esposa, no sólo era porque estuviese en juego el prestigio de los Habsburgo, sino porque aún estaba enamorado de ella. En 1898, mientras paseaba por el lago Lemán de Ginebra, Isabel se topó con un hombre. Su agresor, un anarquista italiano desquiciado de nombre Luigi Lucheni, confesó que se encontraba en Ginebra con la intención de asesinar al pretendiente al trono de Francia, Enrique de Orleans. de matrimonio y tantas desavenencias, ahora se mostraban cariñosos y comprensivos el uno con el otro. Hacia 1886 Isabel pareció intuir que una serie de terribles desgracias la iban, próxima. Convertida en Emperatriz de Austria en los años 1854-1898 y Reina Consorte de Hungría en 1867-1898. insoportable». La emperatriz encontró en la gimnasia una de sus actividades predilectas que practicaba a diario, algo inusual para una dama de su época y rango. Capuchinos donde llegó a las nueve de la noche. A los diez meses de la coronación, nació en Budapest la archiduquesa María Valeria, «su hija húngara», como ella la llamaba. En la catedral de San Esteban quedaron custodiadas en un nicho sus vísceras, junto a las de otros augustos monarcas. Para mantener el cutis terso. Isabel de Baviera. Hacia 1860 la fama de la belleza de la emperatriz Isabel de Baviera se había extendido por toda Europa. Katharina Schratt, una actriz austríaca, se convirtió en amante del emperador, a quien acompañó hasta la muerte de éste en 1916. Cuando Sissi se entera, queda muy afligida. En 1873 su hija mayor Gisela se casó y un año después la hizo abuela, Sissi tenia entonces treinta y seis años. La emperatriz también se encargó de elegir a los profesores de su. El secreto de la sonrisa de la Mona Lisa: estaba enferma de tiroides. Como de costumbre, Sofía la critica por esta decisión. Ya casi nunca ponía un pie en Viena, pero mantenía una fluida correspondencia con su esposo. ... En 1886 la muerte de Luis II de Baviera le sumió en una larga depresión. Mientras las noticias que llegan desde el frente son cada vez más preocupante, el emperador sigue escribiendo a su esposa tiernas cartas tratando de calmar su angustia. Sissi, la triste vida de la última gran emperatriz de Europa Bulímica, vigoréxica y depresiva, Isabel de Baviera, habitualmente conocida simplemente como Sissi Emperatriz, nunca encontró su sitio en la rígida corte de Viena. Primero fue la muerte en extrañas circunstancias de. En 1898, pese al riesgo de un posible intento de asesinato, Isabel, de 60 años de edad, viajó de incógnito a Ginebra, Suiza. Nunca será tan impopular en su país como en aquellos difíciles días. En 1864, llegó a la corte vienesa Ida Ferenczy, una joven campesina de origen húngaro que ejercería gran influencia sobre la soberana. En su lugar, y siguiendo el tradicional protocolo de los Habsburgo que Sissi tanto aborrecía, su cadáver embalsamado comenzó un macabro ritual. 72 razones por las que todo español debería vivir al menos un año de su... Encefalograma plano: por qué después de un año dramático con Sánchez... Estos son los 12 mejores lavavajillas por menos de 240 euros: el análisis... La izquierda patriótica existe: estos son los líderes y colectivos que... La guerra fiscal de Sánchez costará 2.000 euros a cada madrileño y... Regístrate gratis y recibe cada mañana las noticias en tu correo. La noticia de la muerte de su hijo había quebrantado el ánimo de la archiduquesa, a tal punto que abandonó el conflicto con su nuera. Se disponían a coger el vapor de línea para Montreaux cuando en el embarcadero un individuo se abalanzó sobre ella y le clavó un estilete a la altura del corazón. La admiración de Andrássy, nombrado primer ministro de Hungría, se mantuvo hasta la muerte de este político. Isabel tenía todos los síntomas de una enfermedad entonces desconocida: la anorexia nerviosa. Por las noches dormía con paños húmedos sobre las caderas pues creía que así no perdería su esbelta figura. Allí tomaba sus baños de vapor y de aceite de oliva para hidratar la piel, y contrató a una, Isabel nunca disimuló las simpatías que sentía hacia el pueblo húngaro. Sin embargo, el emperador no se enamoró de Elena, sino que no pudo mirar a nadie que no fuese Sissi. En un diario local leyó que la emperatriz de Austria se hallaba de paso en la ciudad y se alojaba en el Beau Rivage. toda Europa. Se entretiene con sus perros, sus papagayos y con los ponis que ha mandado comprar para revivir su infancia en Possenhofen. Cuando le desabrocharon el vestido para que pudiese respirar mejor, un reguero de sangre brotaba del pecho, justo a la altura del corazón: el hombre, un anarquista italiano de nombre Luigi Lucheni que sería condenado posteriormente a cadena perpetua, le había clavado un finísimo estilete en el miocardio. Tuvieron cuatro hijos: Sofía Federica, que murió a los dos años aquejada de tifus, Gisela, Rodolfo, el heredero de la Corona; y María Valeria; y su matrimonio con Francisco José fue complicado, especialmente por las intromisiones de su suegra, Sofía, que quiso desde el primer momento influir en la educación de sus nietos. No obstante, la teoría de que el heredero se quitó la vida sigue siendo la más creíble, ya que existe una carta de despedida escrita supuestamente por él mismo donde explicaba que "solo la muerte puede salvar mi dignidad" tras ser acusado de conspirar contra su padre. La archiduquesa Sofía no viviría para ser testigo del derrumbe del Imperio, muriendo el 28 de mayo de 1872. En el Palacio Imperial de Hofburg la emperatriz mandó construir detrás de su tocador un cuarto de baño propio —inexistente en el resto de los aposentos reales—, en el que instaló una bañera de chapa de cobre. Tenía una espléndida melena, sana y abundante,que en su juventud le llegaba hasta los tobillos. figura desvaída y misteriosa, la Dama Blanca, solía aparecerse a los miembros de la familia para anunciar una tragedia. Sissi cayó al suelo, pero no se dio cuenta de que la habían herido. El acontecimiento se conoce con el nombre de 'crimen de Mayerling', el refugio de caza donde tuvo lugar la tragedia. Ese proceso le llevaba un día entero, en el que la soberana no estaba para nada más. Fue la tercera de ocho hermanos. Nace el 24 de diciembre de 1837 en Munich, Baviera; hija del duque Maximiliano en Baviera, de la casa de Wittelsba… Un consomé compuesto por una mezcla de carne de ternera, pollo, venado y perdiz; carne fría, sangre de buey cruda, leche, tartas y helados constituían sus únicos alimentos. A pesar de las precauciones tomadas, una fuente del hotel Beau-Rivage Geneva reveló que la emperatriz de Austria se hallaba entre sus huéspedes. Pero a medida que pasan los días comienza a sentir una gran añoranza de su esposo y de sus hijos. Sissi, la emperatriz de Austria fue asesinada por un anarquista italiano. Mientras tanto, Francisco José contemplaba la decadencia de Austria, un país envuelto por luchas internas y guerras. confeccionado en París por el modisto Worth, un corpiño de terciopelo y una corona de diamantes. A sus sesenta años, seguía recorriendo el mundo, huyendo de su dolor. A partir de ese momento, vistió luto y nunca más se dejó fotografiar ni retratar. La emperatriz nunca sobrepasó los 50 Kg, con una estatura de 172 cm. Sissi estaba devastada. No ha dejado de llorar desde ayer por la mañana, no come nada y está siempre sola, como no sea con los niños». En la primavera de 1859, el emperador partió a los territorios en guerra de la Alta Italia para supervisar las operaciones militares. Sissi ya no se ocupaba de sus hijos mayores, pero dedicaba todo su tiempo a Valeria, siendo la única hija que no le fue arrebatada por su suegra. Isabel Gabriela de Baviera nació en el 25/07/1876 y murió en Bruselas (conurbación urbana compuesta por la Ciudad de Bruselas y la región de Bruselas-Capital) el 23/11/1965 a la edad de 89 años. Ella, con lágrimas en los ojos, asustada por el vértigo de la situación, respondió que haría todo lo posible para lograrlo. Los jóvenes caballeros que viajaban con ella, como su ardiente admirador el conde de Hunyady, no dudaban en alabar sus virtudes y su atractivo físico. Su infancia transcurrió en el palacio de Possenhofen. Luis II de Baviera, su primo más querido, que apareció ahogado en las aguas del lago de Starnberg. En el mañana del 10 de septiembre de 1898, la emperatriz y su nueva dama de honor húngara, Irma de Sztáray, salieron del hotel Beau Rivage donde se alojaban, a orillas del lago Leman. Durante treinta y cuatro años, hasta la muerte de Sissi, fue su más íntima confidente. Atrás quedaban los reproches, y trataban de consolarse mutuamente en el ocaso de sus vidas. Isabel quería ser enterrada junto al mar, en su, refugio de Corfú, muy lejos de Viena, que para ella se había convertido en una «ciudad maldita». Consciente de su poder de seducción, Sissi se fue volviendo más arrogante, caprichosa y egocéntrica. Allí les esperaba Francisco José, emperador de Austria, en un encuentro que estaba organizado para que Elena y su primo, porque Francisco José era hijo de Sofía, hermana de Ludovica, se comprometiesen. Se deshizo de todos sus vestidos y joyas, que repartió entre sus hijas y damas. Isabel Amalia Eugenia von Wittelsbach nació en Munich el 24 de diciembre 1837, la cuarta de los diez hijos de Ludovica de Baviera y Maximiliano José de Bavaria, ambos pertenecientes a la familia Wittelsbach. Sofía, a sus sesenta y dos años, ya no era ni la sombra de la enérgica archiduquesa de antaño. La Emperatriz Sissi, cuyo verdadero nombre es Isabel Amalia Eugenia Duquesa en Baviera, en alemán sería Elisabeth Amalie Eugenie Herzogin in Bayern, fue una princesa real bávara; portaba una cantidad muy larga de títulos nobles como duquesa de Baviera, emperatriz de Austria, reina consorte de Hungría y otros más. En 1886 la muerte de Luis II de Baviera le sumió en una larga depresión. Está convencida de que las ideas de Sofía en política exterior llevaran al imperio a la ruina. Tras más de cuatro décadas. Ahora sufría vértigos, dolor de cabeza, insomnio, fiebre y fatiga. Aunque la influencia de Sissi sobre su marido era innegable, el cual nada podía negar a su mujer. Pero quiso el destino que éste no llegara a la ciudad como tenía previsto, y el asesino cambió de víctima. Sissi estuvo enferma desde su boda, pues de niña había sido muy sana. Durante toda su vida, Francisco José amó con locura y admiración a la mujer rebelde, culta e ilustrada. Ante tal extraña petición, muchos pensaron que las fotografías en realidad eran para el emperador de Austria y no para su esposa. La emperatriz continuó sin cumplir con sus funciones de primera dama y la estricta etiqueta se mantuvo. En aquel tiempo los soberanos habían reanudado sus relaciones íntimas y ante el enorme parecido de Valeria con el emperador, los rumores se acallaron. Sin embargo, hay otra tendencia histórica que señala que la muerte de Rodolfo pudo haber sido una operación de los servicios secretos austriacos ante el temor que suscitaba la ideología radical y liberal del hijo del emperador Francisco José; o de los franceses por no querer distanciarse de la política de su padre. A partir de ahí el negro del luto fue el color que inundó su vida, que acabó también de forma trágica, con un asesinato. En su breve encuentro con el emperador en, la isla de Corfú, también consiguió la autorización para destituir a su camarera mayor, la condesa de Esterházy, a la que tuvo que soportar durante ocho largos, Once años había tardado Sissi en encontrar el valor suficiente para, enfrentarse a su esposo y a su suegra Sofía. Tras largos, años de negociaciones con la Corona austríaca, en 1867 el emperador restauró su antigua Constitución y reconoció sus privilegios como reino independiente dentro del imperio. A medida que se hacía mayor, Isabel se obsesionó con mantener su legendaria belleza. Años más tarde la propia Valeria confesaría: «El excesivo amor de mamá pesa sobre mí como una carga. Tras despedirse de su esposo, regresó al palacio de Schönbrunn para encerrarse en sus aposentos. En su lucha por no envejecer, recorría los más afamados balnearios europeos de Karlovy Vary, Gastein, Baden-Baden o Bad Kissinger para someterse a largos y costosos tratamientos. Se refugiaba en el castillo de Gödöllö, donde se dedicaba a la equitación. Dormía muy poco y sufría frecuentes crisis de angustia. En 1898, mientras paseaba por el lago Lemán de Ginebra, Isabel se topó con un hombre. En julio de 1867, Maximiliano fue asesinado en México. El ejercicio y las dietas habían cumplido con su función de mantener su aspecto juvenil. Al imponerse de manera tan enérgica al emperador, amenazándole incluso en que si no cumplía con sus exigencias abandonaba para siempre Austria, Francisco José cedió. Incluso llegaron rumores a Viena de que había mandado construir una pista de circo. Se la ve fresca como a una almendra cuando se abre (... ) Tiene los ojos dulces y hermosos, y sus labios parecen fresas". Sin embargo su madre siempre lamentaría no haber intervenido antes porque el príncipe padecería graves secuelas —como trastornos psíquicos y pesadillas— a lo largo de toda su vida. El fallecimiento de su hijo acentuó la depresión de Sissi, que se aisló del mundo en un palacio de verano en Corfú (Grecia) construido para ella. Francisco José cumplía treinta y dos años. Fue en sus primeros viajes a las islas de Madeira y Corfú donde sufrió una gran transformación y fue consciente. Francisco José vestía el uniforme de mariscal húngaro y la emperatriz, un vaporoso vestido de inspiración húngara de brocado y plata. Sissi desembarcó en la corte de Viena tras casarse con el emperador de Austria, en un mundo conservador, lujoso, en un Imperio convaleciente; y eso, según los historiadores, fue el inicio de la transformación de su alma rebelde en un ser ensimismado en el ideal de belleza, la alimentación -algunos la colocan como la precursora de enfermedades como la anorexia y la bulimia- y en la alergia a la vida pública. Con el tiempo se convirtió en una, ardiente defensora de sus peticiones nacionalistas. Si continúa navegando, usted está aceptando su uso, le informamos que puede retirar su aceptación cuando lo desee. A los 16 años, Isabel acompañó a su madre y a Elena, su hermana mayor, a quien apodaban Nené, en un viaje a la residencia de verano de la Familia Real de Austria. Siendo princesa de la casa de Wittelsbach, en 1854 accedió como emperatriz al trono austríaco al casar con el emperador Francisco José.Apodada Sissi, era conocida por su carácter romántico y soñador, siendo viajar una de sus aficiones preferidas. Así son los vuelos que trasladan a los inmigrantes de Canarias a la... Zapatillas blancas: el calzado más versátil y funcional resurge con fuerza esta temporada, Estos son los 12 mejores lavavajillas por menos de 240 euros: el análisis de OCU, El Real Madrid, a tope para el Shakhtar: así fue la recuperación tras caer en Liga, Los secretos de los mil años de vida del Sacro Imperio Romano: de Carlomagno a Napoleón, ¿Quién mató a Layret? Tras el nacimiento de Valeria, la emperatriz pasaba la mayor parte del año en Hungría o en su palacio familiar de Baviera. El heredero del Imperio había sido encontrado junto a su amante, María Vetsera. Sissi rendía un auténtico culto a su cabello, cuyo color rubio se hacía teñir de un tono castaño, y lo mimaba en extremo. Pero Sofía Federica no fue la única hija que perdió Isabel. El doctor Skoda, temiendo una tuberculosis, le recomienda que se traslade a un lugar más cálido. La noticia de su trágica muerte, al día siguiente de haber sido recluido a la fuerza en el castillo de Berg, agravó el extravagante comportamiento de Sissi. En el invierno de 1859, Sissi sufre su primera crisis matrimonial. Alguien le contó la maldición que pesaba sobre los Habsburgo. Incluso Sofía, la madre de Francisco José, también quedó prendada de su sobrina y futura suegra, tal y como reflejó en su diario: "¡Pero qué mona es! En 1889, el príncipe Rodolfo, a los 30 años, inestable psicológicamente después de una formación militar muy dura y estricta, convenció a su amante, la joven baronesa María Vetsera, para que se quitasen la vida. La muerte de Ana María Moix me ha llevado a recuperar sus libros y a empaparme nuevamente de su fina prosa. En cambio su madre, Ludovica de Baviera, era hija del rey Maximiliano I de Baviera y, por tanto, princesa real de Baviera. El cambio de clima le sienta bien y al poco tiempo desaparece la tos, el dolor de pecho y recupera el color de sus mejillas. Estas hipótesis se basan en el estado de los cuerpos cuando fueron hallados: María Vetsera habría muerto a consecuencia de una paliza y no de un disparo en la cabeza; y Rodolfo presentaba cortes en la cara y en otras partes del cuerpo, unas heridas que no se corresponden con el suicidio. Medía un metro setenta y dos, siendo más alta que su esposo, aun cuando en los retratos la hicieran parecer más baja que Francisco José. Isabel de Baviera. La emperatriz cuidó de la niña con una dedicación exclusiva y un amor maternal exagerado. Simplemente era una mujer que le gustaba rodearse de aduladores (hasta que se aburría de ellos). Cuando el emperador se enteró en el palacio de Schönbrunn de la muerte de, Sissi a través de un escueto telegrama, intentó mantener la compostura pero se le saltaron las lágrimas. Ya en cubierta la emperatriz se desplomó y los que la atendieron comprobaron que estaba muerta. Aunque a Sissi le hubiera gustado pasar más tiempo en su amada Baviera, a mediados de agosto de 1862 tuvo que regresar a Viena porque era el cumpleaños del emperador. Sissi se muestra cada vez más contraria al régimen absolutista y militar. Franz Xaver Winterhalter. A partir de ahí el negro del luto fue el color que inundó su vida, que acabó también de forma trágica, con un asesinato. No quería que nadie fuera testigo de su decadencia física, aunque siguiera siendo hermosa. Isabel de Baviera fue una mujer rebelde, obsesionada por la belleza, cuya vida estuvo marcada por la tragedia. Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia y nuestros servicios, analizando la navegación en nuestro Sitio Web. Sissi le confiesa que sufre mucho al verse privada de sus. Se lo lavaba cada tres semanas con costosas esencias y la ayuda de una mezcla de coñac y yema de huevo. Con este viaje da comienzo la vida errática de la. Sissi la había visto en varias ocasiones, pero ahora pensaba que ya no podría rehuirla: «Sé que voy hacia un fin espantoso que me ha sido asignado por el destino y que sólo atraigo hacia mí la desgracia», le dijo un día paseando a su leal condesa de Festetics. El peinado diario de su melena requería no menos de tres horas —vestirse, otras tres— y aprovechaba el tiempo para leer y escribir cartas. Con el tiempo el príncipe heredero Rodolfo de Habsburgo llegó a ser un liberal convencido, lo que le acarrearía graves enfrentamientos con su padre el emperador. Acabo de releer «Vals negro» y me ha devuelto inmediatamente a la infancia, a esa época en la que leía afanosa las aventuras de aquella emperatriz llamada Sissí. Pese a su belleza legendaria, vivió presa de la melancolía hasta su trágica muerte por primera vez de su belleza. En su lúgubre y húmeda cripta Isabel de Baviera, descansa entre los Habsburgo, como una extraña y en contra de su voluntad. soberana, que intentará pasar en Viena el menor tiempo posible. Así fue la vida de lsabel de Baviera, más conocida como Sissi, la emperatriz de Austria, cuya vida -y leyenda- se ha convertido en un tema recurrente y atractivo para el cine, con las películas interpretadas por Romy Schneider, la literatura e incluso las series de televisión. Elisabeth de Austria Isabel de Baviera Emperatriz . Pero apenas llevaba unos días en Viena cuando su salud empeoró de nuevo. Pero era su larga cabellera lo que provocaba la mayor admiración. A principios de abril de 1861 la emperatriz piensa en el retorno a Hofburg con sentimientos encontrados. El 10 de septiembre, hace justo 120 años, un anarquista italiano la asesinó clavándole un finísimo estilete en el corazón. Para Isabel lo importante es que había conseguido librar a su hijo de la severa educación militar que le infligía Gondrecourt y sustituirlo por un preceptor que sentía verdadero afecto por el niño. Un encontronazo brusco, que la empujó al suelo. El féretro cubierto de flores blancas, acompañado de doscientos jinetes montados en caballos negros, fue conducido a la iglesia de los. Hoy Isabel Gabriela de Baviera tendría 144 años. El doctor Skoda le recomienda instalarse en Corfú. La muerte de su primogénita fue el inicio de una depresión que de ahí en adelante oscurecería la vida de Sissi. Sin embargo, nada cambió para Sissi con la muerte de la suegra que la había atormentado durante dieciocho años. El 30 de enero de 1889, la emperatriz recibió un duro golpe, al enterarse del suicidio de su hijo. Isabel quiso a esta niña con un amor tan posesivo y asfixiante que en la corte de Viena era conocida irónicamente como «la Única». Según la leyenda, desde tiempos lejanos una. Retrato de Elisabeth de Baviera. Wikimedia Commons Lejos de la imagen edulcorada de las películas encarnadas por Romy Schneider, la verdadera Sissí, Elisabeth de Baviera, pasó de ser una feliz princesa cabalgando libre por los alrededores del lago Starnberg a convertirse en la emperatriz de uno de los últimos imperios europeos. Isabel nació en la ciudad de Múnich, Baviera. Tras seis meses de separación la pareja imperial se abrazó de nuevo con lágrimas en los ojos. Aunque en Viena corría el rumor de que Andrássy era el padre de la pequeña, la paternidad de Francisco José quedó fuera de toda duda. En su frecuente correspondencia con la emperatriz se refleja su incondicional lealtad y agradecimiento. Primero fue la muerte en extrañas circunstancias de Luis II de Baviera, su primo más querido, que apareció ahogado en las aguas del lago de Starnberg. Antes de reunirse con su esposo en Trieste, la emperatriz Isabel llegaba a las costas de Cádiz a bordo del yate de la reina Victoria. El emperador decide viajar a Corfú para ver a su esposa. El asesinato del amigo de Companys que conmocionó a Cataluña, El Borbón que se construyó un hotel para sus fiestas homosexuales prohibidas, En busca de los caballeros del Cid francés en Roncesvalles: el Silo con miles de muertos, Marcelo Criminal: "La revolución requiere como condición el optimismo, pero qué difícil". Elisabeth Amalie Eugenie Herzogin in Bayern, más conocida como Sissi Emperatriz, princesa bávara nacida con la dignidad de duquesa en Baviera y con tratamiento de Alteza Real. se aplicaba mascarillas de carne fresca de ternera, o fresas trituradas. En abril de 1870, la pareja imperial celebró sus bodas de plata, ocasión en la que posaron para el que sería su último retrato oficial. Francisco José no le hizo ningún caso, y se mostró molesto por lo que consideraba una intromisión en sus asuntos. Finalmente, Austria firmaría la paz con Francia, cediendo la Lombardía, su provincia más rica, y manteniendo por poco tiempo Venecia. Cuando le de… El viaje continúa por Gibraltar hasta Mallorca, y de ahí a Corfú. hijos, pero que no desea pasar el invierno en Viena por miedo a recaer.Finalmente llegan a un acuerdo y el emperador, al ver su mejoría, permite que los niños viajen a Venecia para estar allí unos meses con ella, pese a las protestas de Sofía. Isabel Amalia Eugenia Duquesa de Baviera, emperatriz de Austria y reina de Hungría, el apoyo y consuelo del emperador, como él diría, abandonaba este mundo para siempre a los 61 años de edad tan solo por estar en el lugar y la hora que no le correspondían. Ligeramente aturdida, consiguió reemprender su camino, hasta que cayó mareada minutos más tarde. Isabel de Baviera nació en Munich en 1837 aunque casi toda su infancia la pasó en Possenhofen, a orillas del lago Starnberg. El 8 de junio, en una ceremonia de auténtico lujo asiático celebrada en la iglesia de Matías en Budapest, los emperadores de Austria fueron coronados como reyes de Hungría. Su nombramiento como dama. Sus padres fueron Maximiliano José, Duque de Baviera, y Ludovica, Princesa Real de Baviera. Sissi murió ese mismo día -hoy se cumplen 120 años del asesinato-, y con ella se fue una mujer alérgica a las concepciones del siglo XIX, una emperatriz que quería ser libre y cuya vida se convirtió en una maldición tras llegar a palacio. Todos se dieron cuenta del romance que ahí acababa de nacer y al día siguiente, su madre, Ludovica, le preguntó a Isabel si se veía capaz de "amar al emperador". Después de permanecer un año entero en Corfú y Venecia, la emperatriz aún no se atrevía a volver a Hofburg y prefirió quedarse un tiempo en Possenhofen. En Madeira la emperatriz se instala en una hermosa villa encalada, Quinta Vigia, con espléndidas vistas al mar. En 1862, durante su estancia en Venecia, Isabel comenzó su afición a coleccionar fotografías de bellezas de. Las prolongadas estancias de Isabel en Hungría y los triunfos obtenidos en este país que tanto amaba provocaron un gran malestar en Viena. Fue ella quien le presentó al conde Gyula Andrássy, uno de los líderes de la revolución del 48 y héroe nacional. Sissi elige la isla de Madeira tras escuchar a su cuñado favorito —el archiduque Maximiliano— alabar las bellezas de aquella isla donde residió una larga temporada. En esa época, Isabel estaba el apogeo de su belleza. El emperador, que hasta entonces se había mostrado muy paciente con su caprichosa mujer, se harta de las discusiones entre la emperatriz y la archiduquesa Sofía, surgiendo rumores de amoríos. Isabel de Baviera, aún una niña vivaz, romántica e independiente, sería la futura emperatriz de Austria-Hungría. Sissi y sus hermanos crecieron en un castillo, donde apreció a disfrutar de los entresijos de la naturaleza y la vida sencilla, lejos de los lujos vida urbanita. Por primera vez se atrevió a darle un consejo político a su esposo: que firmara la paz con Napoleón III lo antes posible. Isabel nació en la ciudad de Múnich en 1837. También los diplomáticos austríacos recibieron la indicación de enviarle al ministro de Asuntos Exteriores fotos de mujeres hermosas para la emperatriz. Fue un triunfo político de Isabel, que desde ese instante contó con el sincero afecto del pueblo húngaro. Sissi consintió esta relación. Vivía obsesionada por mantener su peso de cincuenta kilos y su cintura de cuarenta y siete centímetros. Con el tiempo Sissi iba a desarrollar un auténtico culto a la belleza. La emperatriz, nerviosa y deprimida, abandona por completo sus obligaciones oficiales y casi no sale de sus aposentos. El emperador aprobará el Diploma de Octubre, un decreto que supone un primer paso para establecer un régimen parlamentario y otorgar al imperio una Constitución. Su estado había empeorado tras el nacimiento de Rodolfo. Ida conocía todos sus secretos, se ocupaba de su correspondencia más privada y acabó siendo su amiga. El fallecimiento de su hijo acentuó la depresión de Sissi, que se aisló del mundo en un palacio de verano en Corfú (Grecia) construido para ella. Sólo tuvo que esperar y alcanzar a la dama de negro, que nunca llegó a su destino. Rebelde frente al protocolo, ante el conservadurismo, con unos ideales románticos y alejados de los conceptos de la época, y una vida que evolucionó desde la libertad que supone crecer en medio de la naturaleza al luto y al negro de los asesinatos y la tragedia. Retomo la costumbre de caminar a un ritmo que agotaba a sus damas de compañía, pues su soberana podía resistir entre ocho y diez horas de caminata. El clima primaveral contribuye a mejorar su salud y está de buen humor. Nació el 24 de Diciembre de 1837 en Munich, Baviera. En una ocasión llegó a confesar: «Soy esclava de mi pelo». Su corazón herido fue depositado en la capilla de Loreto de la iglesia de los Agustinos, en una urna de plata. Generalmente lo llevaba recogido porque le pesaba tanto que le provocaba dolores de cabeza. Se aficionó al espiritismo para contactar con él y afirmaba que Luis se le había aparecido en varias ocasiones. En sus últimos años Suiza se convirtió en uno de sus destinos favoritos. Las semanas que pasó en ese lugar que tan felices recuerdos le traían la ayudaron a coger fuerzas para enfrentarse de nuevo a la vida cortesana de Viena.