La gente es más feliz a partir de los 50, dice el autor de un libro que también asegura que la de los 40 es la década más difícil. Ventajas de viajar sola después de los 50 años. En el caso particular de España, el 24% de los mayores están solos en sus casas. Cuando hablamos de personas mayores, nos referimos a aquellas que tienen 65 años o más. ... vamos a reivindicar las ventajas de viajar solo. In English | Una de las claves para vivir al máximo la vida después de los 50 años es olvidarte de los remordimientos.. Acepta los resultados de tus elecciones anteriores pero comprende que de ahora en adelante, probablemente es hora de hacer ciertos cambios en tu modo de vivir.. Piensa sobre tu futuro e imagínate cómo desearías que fuera. Por eso los españoles hacemos todo lo que está en nuestras manos para poder vivir cómodamente después de los 65 años. ... Aprovecha tu viaje para hacer lo que tengas ganas, dormir cuantas horas quieras, vivir nuevas experiencias y gastar el dinero como tú decidas. He conseguido ser moderadamente feliz, no sentirme sola, disfrutar de la vida y si comparto mi manera de vivir es únicamente porque estoy convencida de que no es conditio sine qua non tener al lado a un hombre (o a una mujer) todo el rato y dormir en la misma habitación todas las noches. ... al 50% de la base reguladora. A partir de la tercera edad, las mujeres prácticamente doblan al número de hombres que viven solos en Europa (40,4% de mujeres respecto al 21,3% de hombres). ... Hay vida después de los 50, doy fe. Los avances de la medicina, la alimentación, la higiene y la salud pública pueden llevarnos a pensar que los humanos de hoy podemos llegar a vivir más años que los de épocas pasadas. Una mujer o un hombre de cincuenta años solo no cuadra bien entre los matrimonios de su entorno; ni por temas de conversación ni por visión de la vida en conjunto. (Lo de compartir cama y revolcones es otra historia, qué duda cabe). ... doy fe de que se puede vivir felizmente aunque no se tenga pareja conocida o por conocer. Porque, ¿sabes qué? Vivir solo permite enfocarse en uno mismo, ocupar el tiempo en aquello que se desea, desarrollar las tareas del hogar con la escrupulosidad o la laxitud que se considere aceptable. La casa deja de ser un espacio de negociación (y por lo tanto, de cesiones) entre personas diferentes y se convierte en una prolongación de la persona, un traje a medida.